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Divorcio con beneficios

Divorcio con beneficios

En Silicon Valley, el amor no muere. Se monetiza.

Esta es la noticia

The Neuron (Newsletter 29/10/2025) informó que OpenAI y Microsoft redefinieron su alianza estratégica, estableciendo un acuerdo que permite a ambas compañías colaborar con terceros y ampliar el uso de sus tecnologías de inteligencia artificial.

El nuevo acuerdo permite que ambas partes colaboren con terceros: OpenAI podrá lanzar modelos abiertos y Microsoft conservará cerca del 27 % de participación, derechos de propiedad intelectual hasta 2032 y compromisos de compra por 250 mil millones en Azure. Además, cualquier declaración de AGI deberá ser verificada por un panel de expertos independiente.

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Lo que mi cabeza me dice

OpenAI y Microsoft acaban de redefinir su relación. Y como todo matrimonio moderno en Silicon Valley con demasiado dinero en juego, han decidido separarse… pero seguir durmiendo en la misma nube. ¿Ruptura? No. Esto es poliamor corporativo con cláusula de exclusividad pasiva y acceso condicional a la custodia compartida de la AGI.

El amor no ha muerto. Solo se ha optimizado para escalar.

Los términos del divorcio tecnológico son conmovedores. Microsoft conserva un 27 % de OpenAI —lo que equivale a unos 135 mil millones de dólares— y se compromete a comprar 250 mil millones en servicios Azure, porque el amor verdadero se mide en servidores y nube. Mantiene derechos de propiedad intelectual hasta 2032 y se reserva el derecho de perseguir su propia AGI, pero sin que se note mucho.

Por su parte, OpenAI ahora puede colaborar con otras empresas, siempre que Microsoft mantenga su rol de inversor principal y nadie publique AGI sin que el otro lo sepa. Bienvenidos al matrimonio líquido de la era digital, donde las relaciones no se rompen, se refactorizan.

Pero, ¿y si OpenAI declara haber creado AGI? No podrá celebrarlo sola. Tendrá que presentarse ante un comité independiente de expertos que valide el logro de inteligencia artificial general. Porque incluso el futuro de la IA necesita validación externa, y porque cuando construyes algo más inteligente que todos nosotros, lo mínimo es rellenar el formulario correspondiente.

En Silicon Valley no se rompe nada, solo se reestructura para cotizar mejor. Microsoft asegura no parecer el ex tóxico, OpenAI finge autonomía y ambos proyectan madurez corporativa. El resto es teatro notarial vendido como branding emocional. Llaman a esto libertad y sinergia, pero solo hay custodia legal, control blando y compromisos de largo plazo disfrazados de apertura casual. Es como si Brangelina se hubieran separado firmando un contrato corporativo para compartir publicista, casa y la misma historia de "nos seguimos queriendo, solo evolucionamos".

Al final, olvídate del drama empresarial. Aquí no hay traición, solo optimización fiscal. Microsoft no pierde nada y OpenAI gana margen narrativo. Si algún día alguien logra la AGI, los primeros en saberlo serán los abogados. Porque el amor tecnológico ya no se basa en confianza, sino en gobernanza compartida.


Lo que los datos dicen

  • Participación accionaria. Microsoft mantiene un 27 % de OpenAI, según filtraciones recogidas por Financial Times (octubre 2025).
  • Compromisos en Azure. El acuerdo de compra de servicios en la nube alcanza los $250 mil millones, según Bloomberg.
  • Derechos de propiedad intelectual. Microsoft mantendrá licencias de uso de modelos y código de OpenAI hasta 2032, de acuerdo con The Information.
  • Supervisión de AGI. El nuevo marco de seguridad prevé un comité independiente de evaluación de AGI, confirmado por Reuters.
  • Mercado en la nube. Azure representa alrededor del 22 % del mercado global de infraestructura cloud, según Gartner Cloud Market Share Report 2025.